En mi práctica medica de cada día, veo muchos pacientes, como bien sabéis y me veo en la necesidad de prescribir medicación. La medicación que más prescribo, por el tipo de patología que trato, son los antidepresivos.
Pero, a diario, advierto la reticencia y la desconfianza, de las personas a las que les dices que han de tomar medicación antidepresiva. Constato, cada día, las ideas falsas y los mitos que la gente tiene sobre este tipo de mediación. Hay mucha desinformación respecto a los antidepresivos. Mucha fake news.
¿Por qué receto medicación antidepresiva? Porque mi obligación como médico, es ofrecer al paciente lo que creo que es mejor (basándome en lo estudiado y las evidencias científicas) y los medicamentos antidepresivos lo son.
En este artículo, vuelvo a hablar de los antidepresivos, para ir aclarando conceptos e intentar hacer mi práctica habitual más fácil y la vida de los pacientes más relajada, (pues dejaran de pensar que están tomando algún tipo de sustancia peligrosa que les convertirá en lo que no son).
Empezamos pues, por saber que son y para qué sirven
Los antidepresivos son medicamentos que actúan en el cerebro. Su acción es a través de la modificación de las sustancias cerebrales llamadas neurotransmisores y de los lugares donde actúan, llamados receptores. Los antidepresivos regulan las funciones químicas del cerebro que median en la transmisión de información entre las neuronas, es decir, afectan a las sinapsis cerebrales, aumentando la cantidad de neurotransmisor disponible. El mecanismo de acción es complejo y no se sabe exactamente cuál es.
Lo que sí se sabe, es que mejoran los síntomas de la depresión, de la ansiedad, etc y hacen que la persona que sufre alguno de estos trastornos, se sienta mejor y pueda volver a su vida normal.
Son medicamentos que sirven para tratar diferentes patologías: la depresión, los problemas de ansiedad, el trastorno obsesivo-compulsivo, los trastornos alimentarios,…
Desmontando algunos mitos, o falsas ideas
Tomar medicación es signo de debilidad
Mito: Seguir un tratamiento con antidepresivos significa que has claudicando porque deberías ser capaz de superar la depresión, la ansiedad, un trastorno alimentario, sin estas ayudas. Aceptar psicofármacos es un signo de debilidad. Con este mensaje, se afirma que el enfermo es responsable (por cobardía) de su enfermedad y que por lo tanto debe superarla por sí mismo.
¿Es preferible sufrir de forma innecesaria por no tratar de forma adecuada una enfermedad? ¿Harías lo mismo si fuera una neumonía y te recetan antibióticos? ¿Superarías un ataque de asma con fuerza de voluntad?
Si piensas que es mejor superar cualquier enfermedad mental “por ti mismo”, piensa en los miles de millones de enfermos que en todo el planeta se han logrado liberar de las garras de una de las enfermedades más crueles, gracias al uso racional de estos fármacos.
Tomar medicación es drogarse
Mito: “No me quiero drogar”, “si tomo medicación, me siento como una yonqui”
Estas comparando un medicamento (el antidepresivo) con una droga (el cannabis). ¿Realmente crees que es lo mismo? ¿Te lo plantearías si estuviéramos hablando del control de la hipertensión?
La medicación es la salida fácil y cómoda.
Mito: Porque solo te hacen olvidar los problemas, no los soluciona.
Esto no es cierto: el tratamiento farmacológico para la depresión o para la ansiedad, mejora el estado de ánimo de manera directa, sin que esto signifique que los problemas simplemente desaparecen, sino que al disminuir los síntomas depresivos o de ansiedad, es más fácil poder enfrentar los problemas de la vida cotidiana y tener una perspectiva más clara de las cosas.
Es preferible tomar “productos naturales”
Mito: Los antidepresivos, son sustancias químicas artificiales, mientras que los productos “naturales” como la homeopatía, las vitaminas, el ginseng, las flores de Bach o cualquier producto de herbolario son mejores.
Es importante que te plantees que quiere decir natural
Todos estos métodos supuestamente útiles, no han demostrado eficacia científica. Sus supuestos beneficios se basan experiencias no en investigaciones científicas.
Los antidepresivos son peligrosos para la salud
Para nada, los antidepresivos no son nada peligrosos y tampoco son tóxicos. Son medicamentos seguros, que no provocan efectos secundarios a largo plazo. No afectan al hígado, ni al riñón, ni al sistema digestivo…
La medicación atonta.
“Me da miedo estar atontado/a todo el día”, “me da miedo ir como un/a zombi”
Este es un Mito muy común. La gente piensa que los antidepresivos atontan, aturden y quien los toma va sedado todo el día. Nada más lejos de la realidad
La medicación crea adicción
No existe evidencia en la literatura científica de una sola persona que haya desarrollado una dependencia a ellos. En la gran mayoría de los casos el resultado del tratamiento farmacológico de la depresión es evidente en pocas semanas, no tiene complicaciones y su descontinuación se hace sin ninguna dificultad.
Si empiezas a tomar medicación, ya es para siempre
Esto es totalmente falso. El tiempo necesario para lograr un tratamiento antidepresivo eficaz varía por lo general entre 6 meses y 1 año dependiendo de la severidad de los síntomas y la respuesta al tratamiento, esto porque una vez que la persona se siente bien se debe mantener un periodo de mantenimiento a fin de asegurar la curación, pero nunca se tomarán por toda la vida.
Los antidepresivos causan muchos efectos secundarios
Los antidepresivos pueden provocar efectos secundarios, como cualquier otro medicamento, generalmente al inicio del tratamiento, pero son efectos manejables, que desaparecen enseguida.
Si aparecen efectos secundarios severos, es que la selección del fármaco no ha sido la adecuada y debe ser reemplazado de inmediato.
Los antidepresivos cambian la personalidad de quienes los toman
Totalmente incorrecto. Los antidepresivos simplemente ayudan a estabilizar el estado de ánimo o a controlar los síntomas de ansiedad de la persona que los toma. El objetivo del tratamiento, es controlar unos síntomas patológicos para que la persona vuelva a ser ella. La medicación no cambia la manera de ser. No te vuelves más pasota, no cambias tus intereses, no te vuelves fría e indiferente.
Espero que sea útil y lo compartáis con todos esos amigos, familiares, parientes, vecinas y personas que necesitan medicación pero se niegan a ir al psiquiatra, para que estén más informadas y se olviden de las falsas creencias.
Comments